Seguro que aunque hayan pasado más de cuatro décadas, muchos no podrán evitar pasar por la Alameda y escuchar aún a Antonio cantar eso de: «Dos cervezas para la mesa tres«. Ahí que iba Antonio cruzando la carretera de una Alameda por entonces muy poco transitada por los coches. Seguro que otros son capaces de sentir todavía el solecito y la brisa del mar que uno podía disfrutar en las terrazas de «El Telescopio» pegadas a la balaustrada de la Alameda Apodaca mientras degustaba unas gambas cocidas, unas cervezas y unas patatas fritas. Los platos elaboradísimos y con nombres extremadamente largos aun no habían aparecido. La vida por entonces era mucho más sencilla, que no fácil…
Además de lugar de encuentro y quedada con los amigos, El Telescopio fue durante mucho tiempo en Cádiz lugar para festejar bodas, bautizos y comuniones. El restaurante hacía esquina con la calle…
Ver la entrada original 150 palabras más